El TS considera que la situación clínica padecida por el actor ya exigía la ayuda de tercera persona con anterioridad al ingreso en el mundo laboral por lo que la misma no ha de ser tenida en cuenta a efectos de la configuración de la nueva situación protegida que se produce como consecuencia exclusiva de la pérdida de la capacidad de trabajo que hasta entonces presentaba el trabajador. El reconocimiento por agravación de las lesiones previas de una incapacidad absoluta para todo trabajo impide, por tanto, la declaración de la gran invalidez, sin que tal agravación tenga ninguna incidencia a los efectos invalidantes.
La AN establece que una empresa no puede aplicar un horario partido distinto al del convenio, constituya o no una condición más beneficiosa, porque las mismas no se pueden establecer contra lo pactado en convenio.
El TS manifiesta que no existe una exigencia formal de presentación del cuestionario de salud, siendo válidas las cláusulas estereotipadas acerca de la salud general que influyen en el riesgo a declarar por el asegurado, siendo tal declaración inexacta cuando a sabiendas de las circunstancias influyentes por su redacción omite información relevante sobre su estado de salud.
El TS señala que la fecha a tener en cuenta, en orden a la determinación de los efectos de la revisión del grado de invalidez, incluido el de la cuantificación de la nueva pensión, es aquella en que se pone fin al expediente administrativo.
El TS, estima el recurso, por considerar que la introducción por un asegurado, en el acto del juicio oral, de una nueva patología, distinta de la que sirvió para valorar sus secuelas en el expediente administrativo que acordó la revisión de su grado de invalidez permanente, altera sustancial y sorpresivamente la pretensión y sitúa al INSS en indefensión (FJ 2).
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