Según consta en el auto, pese a que todas las comunicaciones judiciales sobre el desahucio se efectuaron en el domicilio de la escritura hipotecaria, ninguna se pudo entregar personalmente a la propietaria, pues ésta ya no residía en el piso en cuestión.

El bufete incidió en que tanto el banco como el propio Juzgado conocían el actual domicilio de la propietaria, en el que además está empadronada. En esta vivienda no se procedió a ninguna comunicación.

"Se da la circunstancia de que el BBVA llevaba años enviando cartas a la propietaria en su domicilio real, ya que ésta tiene cuenta corriente, seguro y plan de pensiones en la citada entidad, y pese a ello la entidad omitió esta circunstancia al Juzgado", denunció Javaloyes Legal.

La propietaria estaba renegociando con BBVA el pago de la hipoteca, así como las cuotas atrasadas, si bien el banco nunca le comunicó que había iniciado la ejecución hipotecaria y llegó a adjudicarse hasta un 50% del valor de la tasación del inmueble, según argumenta la defensa.

En concreto, el juzgado entiende que se ha producido una "clara vulneración" al derecho a la tutela judicial efectiva, al no garantizarse adecuadamente a la ejecutada el derecho a conocer el proceso para proceder a su defensa.

El auto además insta a señalar nueva fecha para la subasta de la finca hipotecada y aclara que no cabe recurso.