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Redactado por: Enrique García Tomás
23 de mayo de 2016

¿Es acertado el subsidio por despido procedente?

Recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha considerado procedente el despido de un trabajador que había planteado varias veces a la empresa la posibilidad de dejar de prestar servicios de forma que pudiera acceder a la prestación por desempleo.

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Recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha considerado procedente el despido de un trabajador que había planteado varias veces a la empresa la posibilidad de dejar de prestar servicios de forma que pudiera acceder a la prestación por desempleo. Desde el primer momento la empresa se negó a tal pretensión, tras lo cual el trabajador comenzó a prestar su labor de forma deficiente e incluso a negarse a realizar diversos trabajos encomendados. Y como, a pesar de ello, la empresa seguía sin prestarse a su pretensión de despido, cursó baja médica derivada de enfermedad común (trastorno de ansiedad). Dos meses después fue despedido por causas disciplinarias imputándole fraude, deslealtad y abuso de confianza  en las gestiones encomendadas así como disminución voluntaria y continuada en el rendimiento normal de trabajo. 

La decisión de la empresa, que en cierto modo puede considerarse ejemplar, no fue aceptada por el trabajador (a pesar de que con ella también tenía derecho a percibir la prestación por desempleo, pero sin indemnización), ni por el Juzgado de lo Social que resolvió su demanda, pues calificó el despido como improcedente. Ante lo cual, la empresa recurrió en suplicación y, como queda dicho, el Tribunal Superior de Justicia estimó el recurso declarando el despido procedente basándose en que la petición reiterada de un despido que le permitiera acceder a la prestación de desempleo, considerada junto con los simultáneos incumplimientos acreditados, posee un ánimo fraudulento y supone una transgresión de la buena fe contractual. Ya que es lógico deducir que dichos incumplimientos tenían la finalidad de manifestar el descontento del trabajador y forzar a la empresa a despedirle. Porque con su actuación el trabajador vulneraba la buena fe depositada en él y la lealtad debida, resultando contraria a los deberes de conducta que deben presidir la ejecución de la prestación de trabajo y la relación entre las partes, a tenor de los artículos 5 y 20 del Estatuto de los Trabajadores. 

Casos como éste en que, según figura en el texto de la sentencia, se configura una grave falta por la ausencia de valores éticos, plantean la duda de si fue acertado o no ampliar la prestación por desempleo a los despedidos de forma procedente, cuando para obtenerla basta forzar esta clase de despido cometiendo un incumplimiento contractual grave, que incluso cause daño económico a la empresa.

Enrique García Tomás

Graduado Social​

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¿Es acertado el subsidio por despido procedente?

Recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha considerado procedente el despido de un trabajador que había planteado varias veces a la empresa la posibilidad de dejar de prestar servicios de forma que pudiera acceder a la prestación por desempleo.

23/05/2016
Redactado por: Enrique García Tomás
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