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Redactado por: EUROPA PRESS
23 de agosto de 2011

Zapatero dice que la regla fiscal no se aplicará hasta la próxima década e incluirá elementos de flexibilidad

Los nacionalistas y las minorías muestran su prudencia ante la reforma de la Constitución para introducir límites al déficit

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado que la regla fiscal que se podría incluir en la Constitución no se empezaría aplicar hasta 2018-2020, una vez concluido el actual proceso de consolidación fiscal, y ha adelantado que la propuesta del Gobierno contiene elementos de flexibilidad, como han demandado algunos grupos parlamentarios.

Durante la réplica al debate de convalidación del decreto-ley de medidas económicas aprobado el pasado viernes, Zapatero indicó que, a pesar de la necesidad de aprobar cuanto antes esta reforma de la Constitución, no se trata de una fórmula "para el año que viene", sino que debe tener un horizonte de una década aproximadamente, al tiempo que indicó que debe incorporar "criterios objetivamente rigurosos" sobre el déficit estructural, pero con "flexibilidad" en otros aspectos.

El jefe del Ejecutivo, quien admitió que ve posible el clima parlamentario adecuado para incorporar en la Constitución este límite al déficit estructural y a la deuda, pidió a los grupos parlamentarios que vean esta reforma con "naturalidad", algo que es "relativamente frecuente" en otros países de la UE. "Debemos actualizar la Constitución, ya que algunas de sus partes contienen una visión de los años 70, como es natural", subrayó.

PIDE A RAJOY QUE TRABAJEN JUNTOS.

Así, y dirigiéndose expresamente al líder de la oposición, Mariano Rajoy, le pidió que trabajen por ello, y le insistió en que cuando alguien pretende "de verdad" hacer algo positivo por su país, debe buscar la utilidad del conjunto, más allá de quien se atribuya la paternidad de la medida.

"Hagamos un diálogo constructivo, pensemos que estamos haciendo un trabajo que no es para ahora, ni para la legislatura que viene, sino que será una buena señal y un buen camino de futuro. Sabemos que no va a arreglar el empleo ni la crisis, pero es un buen camino y si tenemos la oportunidad, pues hagámoslo con naturalidad, es lo que pido", reiteró Zapatero, quien también aseguró que no se trata de ninguna "imposición" desde Europa.

Por su parte, Rajoy ha admitido ante el Pleno que lo "más relevante" del debate de este martes ha sido el acuerdo alcanzado para reformar la Constitución con el fin de fijar un límite de déficit. "Cuando me llamó le dije que estaba de acuerdo y que lo había propuesto", ha recordado, para añadir que si esta "importante reforma estructural" se hubiera hecho antes "probablemente se habrían evitado muchos problemas".

Además, ante los reproches del jefe del Ejecutivo, ha afirmado que su obligación es recordar "la frivolidad y ligereza de algunos dirigentes políticos", máxime cuando el PP va a apoyar incluir el techo de gasto en la Carta Magna. Dicho esto, ha recriminado al Gobierno que hable de un crecimiento económico del 1,3% cuando "saben" que esa cifra no se va a cumplir.

Como ya hizo en su intervención inicial, Rajoy ha emplazado de nuevo a Zapatero a aclarar ante el Pleno si, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a comprar deuda pública española, remitió al presidente del Gobierno o a algún ministro "alguna carta" y cuál es su contenido. "Si no nos responde, es que evidentemente no nos ha remitido al Gobierno de España ninguna carta. Quiero que me responda señor presidente", ha enfatizado, demanda que Zapatero no ha satisfecho en su segundo turno de réplica.

En cuanto a las medidas concretas del decreto-ley, el jefe del Ejecutivo negó como le habían acusado algunos grupos que se trate de improvisaciones u ocurrencias, y atribuyó la sucesión de decretos aprobados por el Gobierno a que la realidad es cambiante –cambia "casi cada semana", llegó a decir– y, por ello, el Ejecutivo ha ido aprobando en cada momento las medidas que necesitaba España. "Quienes mantengan que ante una crisis como ésta, un gobierno puede adoptar un plan sin más, está engañando a los ciudadanos", subrayó.

ZAPATERO DEFIENDE LOS EUROBONOS.

Zapatero defendió también la necesidad de que la zona euro emita eurobonos, pero admitió que es una propuesta que difícilmente saldrá adelante por la oposición de países como Alemania. No obstante, indicó que la compra de deuda en el mercado secundario es un "embrión" de eurobono. "Antes o después llegarán (los eurobonos), pero seguramente exigirá algún tiempo", añadió.

El jefe del Ejecutivo se defendió de las críticas de la minorías de izquierda indicando que para él el déficit cero no es un dogma, sino una necesidad, dado que un país no puede recurrir permanentemente a una financiación exterior excesiva ni acumular una deuda pública como tiene España, superior al 70% del PIB, "extraordinariamente elevada".

"Ello se traduce en que cada año debemos dotar con más recursos el pago del servicio de la deuda. Ir a un Presupuesto en que tengamos que pagar un 5% del PIB en intereses de la deuda no es una opción", reiteró Zapatero.

El jefe del Ejecutivo reconoció también que el Banco Central Europeo (BCE) está "constreñido" por el Tratado Europeo porque no está configurado como un prestamista de última instancia, algo que de ser así, consideró, habría mejorado los problemas de deuda soberana de la UE.

A modo de conclusión, el presidente del Gobierno terminó su réplica pidiendo a los grupos que tengan confianza en la economía española, ya que a pesar de la reducción del déficit de cinco puntos del PIB este año, España seguirá creciendo aunque sea débilmente. Además, añadió que Europa tiene en septiembre un momento "decisivo", dado que si la Facilidad Financiera se aprueba y se pone en marcha de forma inmediata, se despejará buena parte de la incertidumbre actual.

Pese a ello, admitió que la economía mundial volverá a vivir las tensiones pasadas, por lo que solicitó la concertación protagonizada por Estados Unidos, Europa y China tras la caída de Lehman Brothers.

PRUDENCIA ANTE LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN DE LAS MINORÍAS.

También durante el turno de réplica, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, señaló a Zapatero que la posición de su grupo respecto al cambio constitucional dependerá de la flexibilidad de la nueva norma de gasto, al tiempo que aprovechó su intervención para volver a criticar la falta de voluntad del Gobierno a la hora de afrontar otras reformas, como la de la negociación colectiva.

Desde ERC, el diputado Joan Tardá volvió a acusar al Gobierno de favorecer a los "más poderosos" con las últimas medidas y aseguró que el acercamiento entre PP y PSOE para incluir una norma de gasto en la Constitución hace "temblar" a otros porque se está arraigando un discurso de que el problema del déficit son las comunidades, "el nuevo discurso de FAES".

Por su parte, portavoz de ICV, Nuria Buenaventura, aseguró que su grupo no entiende que se pueda modificar la Constitución de forma "tan express" cuando no se ha hecho en 30 años, al tiempo que volvió a criticar las medidas contenidas en el decreto antidéficit.

Desde el BNG, Francisco Jorquera aprovechó la réplica para mostrar su preocupación ante la idea de constitucionalizar un tipo de políticas económicas que no admitan la puesta en marcha de otras, por lo que planteó la posibilidad de modificar el tratado de la UE en lugar de la Constitución.

Finalmente, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, resaltó la importancia de reformar la Constitución con "naturalidad, sosiego, rigor y debate", desde la reflexión común y no desde la imposición ajena.

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23/08/2011
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