El 77,12% de las empresas en concurso de acreedores en 2013 no podía atender la totalidad de sus deudas en menos de 25 años. Este ratio en 2012 se había situado en el 73,2%, lo que muestra un empeoramiento de la situación financiera en que acceden al concurso las empresas.
Otro dato indicativo del carácter estructural de la crisis de las concursadas de 2013 es que solamente un 5,86% (un 10,59% en 2012) proyecte condiciones financieras suficientes como para alcanzar un convenio dentro de los límites generalmente marcados por la Ley concursal (50% de quita, 5 años de espera).
Son algunas de las conclusiones del Anuario Concursal 2013 del Colegio de Registradores, que ofrece una visión detallada del funcionamiento económico y jurídico del sistema concursal español. El informe contiene el examen del 90% de los autos de declaración de concurso de sociedades mercantiles, entre otros miles de documentos correspondientes a las diferentes fases de los procedimientos concursales.
Características de las empresas concursadas
Desde la perspectiva del tamaño, el promedio del pasivo por empresa concursada fue 5,5 millones en 2013 (6 millones en 2012).
Según el número de trabajadores, el promedio por concursada fue de 8 empleados (9 en 2012), mientras que el porcentaje de empresas que contrató a más de 50 asalariados se situó en el 2,4%, muy por debajo del 8,5% observado en 2012 y 2011.
En cuanto al sector, el porcentaje de sociedades vinculado a las actividades correspondientes al ciclo completo de la construcción (desde extracción de materias primas a las actividades inmobiliarias), se sitúa en 2013 en el 41,5%, cifra inferior al 45-46% en que se situaron los años 2009 al 2012.
Atendiendo a la edad de la empresa, el 44,09% de las sociedades que entraron en concurso tenían una antigüedad de entre 5 y 15 años (45,64% de 2012).
Reasignación de recursos y recuperación del crédito
La gran mayoría de los concursos tiene como destino la liquidación, que suma el 94,05% del total de las fases sucesivas iniciadas en 2013 (94,95% en 2012), representando las fases de liquidación directas (sin que previamente se haya registrado fase de convenio) el 85,37%.
El tamaño de la empresa es una de las variables que más influye en el desenlace del concurso de forma que las empresas que inician la fase de convenio contratan un promedio de 33 asalariados, frente a los 22 trabajadores de las fases de liquidación. Las sociedades que alcanzan convenio acumulaban un pasivo promedio de 15,7 millones de euros.
En relación a las expectativas de cobro de los acreedores ordinarios(siempre bajo el supuesto de cumplimiento íntegro de los pagos), los compromisos acordados con el deudor se situaron, en promedio, en el 47,13% del valor nominal de las deudas, sin que se aprecie especial vinculación de la calidad financiera de la empresa (apalancamiento o ratios de solvencia más o menos favorables) con la calidad de los pactos de pago establecidos.
Control de la empresa concursada y duración del concurso
El 95,68% de los concursos tuvo carácter voluntario, ratificándose la escasa proporción de concursos necesarios registrada en los cinco ejercicios anteriores.
En cuanto a la duración de la fase común de los concursos en 2013, aquellos con pasivo estimado por debajo del millón de euros (tramitados por vía abreviada) tuvieron una duración media de 11,53 meses (10,8 en 2012). Por su parte, los concursos con pasivo superior a los 10 millones (con tramitación ordinaria) registraron una duración media de 22,5 meses (15,99 meses en 2012), por lo que empeoró la duración de la fase común de los concursos más grandes.
Finalizada la fase común y hasta la conclusión del concurso, las fases de liquidación consumieron 19,6 y 20,3 meses (mediana de la tramitación abreviada y la ordinaria). Son tiempos algo superiores a los de 2012 (16,93 meses de mediana en la tramitación abreviada). Teniendo en cuenta las cuantiosas pérdidas que pueden producirse por desuso u obsolescencia, los datos de 2013 vuelven a sugerir la necesidad de reducir estos tiempos.
Las concursadas del sector de la construcción
El Anuario incluye un análisis específico de este sector cuyas empresas representaron el 41,05% del total de sociedades mercantiles identificadas en el mismo. Se trata de una proporción algo inferior a la registrada en 2012 (44,84%), aunque muy superior a las observadas en plena expansión económica (25% en 2006).
Los pasivos acumulados por el ciclo de la construcción supusieron el 50,51% del total, cerca de lo observado en años anteriores (49,83% en 2012 o 65,45% en 2011) y muy lejos en cualquier caso del 81% de 2008.
Uno de cada cuatro trabajadores afectados por situaciones concursales provino del ciclo constructivo, por debajo de lo observado en años anteriores.
Acuerdos de refinanciación
El Anuario también incluye como anexo este mecanismo, previsto precisamente para evitar la entrada en concurso. De los más de 27.000 millones de euros de pasivos afectados por este tipo de mecanismo, correspondientes a los acuerdos estudiados, Cataluña es la Comunidad Autónoma en la que se registra un mayor porcentaje (el 71,1%), ocupando la Comunidad de Madrid el segundo lugar (27,2%). El promedio de pasivo exigible por sociedad se situó por encima de los 156 millones de euros.
La mayor parte de los acuerdos de refinanciación afectaron a personas jurídicas del sector servicios no inmobiliarios, un 38,59, correspondiendo un 34,24% a la industria no vinculada a la construcción y un 17,39% adicional a la construcción.
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