El PP ha rechazado este martes tomar en consideración la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) impulsada por los sindicatos UGT y CC.OO. la pasada legislatura contra la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero –hoy superada por la reforma del PP– con los votos en contra de los ‘populares’ frente al respaldo de la oposición, incluidos los socialistas, y la abstención de CiU.
Así, los grupos de la oposición han pedido a los ‘populares’ que permitan la tramitación de la iniciativa, apelando a la necesidad de "reabrir el debate de la reforma laboral, que se ha cerrado en falso", para intentar configurar de forma consensuada un nuevo marco laboral y de negociación colectiva.
De hecho, en los discursos desde la tribuna se han sucedido las críticas a las reformas laborales tanto de ‘populares’ como de socialistas, y se ha subrayado la necesidad de recuperar los derechos de los trabajadores, "pervertidos bajo la afirmación falsa de que el mercado era demasiado rígido", lo que impedía la creación de empleo y conllevaba más despidos.
Qué hipocresía política
El portavoz adjunto del Grupo Popular Rafael Merino ha recordado que la iniciativa va dirigida contra la reforma laboral del PSOE y ha lamentado que se hayan dedicado "verdaderos mítines" a cargar contra la normativa del PP, que él ha defendido porque "está ayudando a mantener empleo" y porque "aborda muchas de las cuestiones que ya se plantean en la ILP, si bien en un sentido distinto".
Tras anunciar su rechazo a la admisión a trámite de la propuesta, ha acusado a los socialistas de "hipocresía política" por defender una iniciativa contra una norma del PSOE, y ha preguntado por qué no aprobaron entonces esas medidas. "¿Cómo pueden estar todo el día criticando la reforma laboral, cogidos a la pancarta, y luego en su ámbito de trabajo aplicarla? ¿Cómo tienen la desfachatez política de caer en ese cinismo? Un poco de dignidad política", ha añadido.
También ha cargado contra Izquierda Plural esgrimiendo un recorte de prensa acerca de que IU de Madrid no paga las cotizaciones de sus trabajadores, lo que le lleva a la conclusión de que ese grupo parlamentario carece de legitimidad para arrogarse la defensa de los trabajadores.
Propuesta de "plena actualidad"
La portavoz de Empleo del PSOE, Concha Gutiérrez, que paradójicamente ha hecho uso del turno a favor de la ILP pese a tratarse de una iniciativa promovida por los sindicatos en contra de una reforma socialista, ha justificado el voto a favor de su grupo argumentando que el debate "no sólo tiene plena actualidad, sino incluso más que cuando inició su tramitación".
Así, ha subrayado, se "permitiría enmendar y pactar entre todos un nuevo marco de relaciones laborales respetuoso con el modelo constitucional, que restituya los derechos vulnerados, el justo equilibrio en las relaciones laborales y la autonomía de empresarios y sindicatos, y que favorezca vuelta al pacto social como vía más segura para ganar competitividad, crear empleo y salir de la crisis".
"El PSOE apoya la iniciativa por coherencia democrática, ya que la ILP es un mecanismo constitucional avalado por cientos de miles de firmas de ciudadanos", ha añadido, poniendo en valor que se han presentado más del doble de las firmas requeridas (un millón) y "viene avalada por los sindicatos mayoritarios". "Es su oportunidad para rectificar", ha dicho a la bancada ‘popular’.
Finalmente, ha defendido que el Gobierno del PSOE intentó con su reforma "invertir la tendencia al uso abusivo del despido como método de ajuste" y que, pese a no lograr el apoyo sindical, se mantuvo la negociación con los agentes sociales. Frente a eso, el PP "ha roto el diálogo social y está provocando una destrucción masiva de empleo".
"¡Vaya morro!"
La decisión del PSOE de asumir la defensa de la iniciativa que los sindicatos promovieron contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido muy cuestionada por los grupos minoritarios. "Mucho morro", ha escrito el diputado de IU Ricardo Sixto en Twitter. "Qué cachondos –ha añadido Chesús Yuste, de la CHA–. Nos podríamos haber ahorrado aquella huelga".
En el hemiciclo, el portavoz de Empleo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Joan Coscubiela, ha lamentado la tardanza en tramitar la iniciativa y ha pedido cambios para evitar que una situación así se repita. A renglón seguido, ha defendido que "este país necesita reabrir el debate sobre el modelo de relaciones laborales", una oportunidad que presenta esta iniciativa.
Así, ha apuntado que las sucesivas reformas han conducido a los actuales problemas laborales. "Un error que se repite es una opción", ha dicho, diferenciando las reformas socialistas de las ‘populares’ pero concluyendo que todas han buscado "desregular el mercado de trabajo para abordar las crisis económicas y luchar contra el paro estructural", y todas "han fracasado".
Tras criticar duramente la reforma de los ‘populares’, Coscubiela se ha dirigido a los socialistas, a quienes ha recordado que su voto no puede ser un "cambio táctico" sino que deben mantener su "compromiso" con las reivindicaciones sindicales cuando vuelvan al Gobierno. "Si ha habido una recapacitación respecto a 2010 debe ser un compromiso a futuro, para que la izquierda tenga un modelo alternativo de relaciones laborales", ha zanjado.
El portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha puesto en valor que las firmas recogidas "reflejan una preocupación social importante", por lo que ha lamentado la "lentitud" en el procedimiento. No obstante, cree que ese retraso no quita vigencia a la ILP y, pese a no compartir el cien por ciento de la letra de la iniciativa, ha abogado por aceptar su tramitación.
El portavoz de Empleo del PNV, Emilio Olabarria, ha anunciado su voto a favor de la iniciativa, que abre la puerta a "un debate parlamentario mejor" del realizado hasta ahora en esta materia. Además, ha defendido la necesidad de "recuperar la negociación colectiva, prostituida no sólo por la reforma laboral del PP sino también por las dos anteriores del PSOE". "Antes de sus reformas laborales el empleo nunca sufrió tanto. Es insoportable", ha añadido el diputado vasco.
Joan Tardá, de ERC, ha rechazado el "diseño de relaciones laborales" de los partidos mayoritarios ni tampoco la "hoja de ruta que sitúa a los trabajadores españoles entre los más pobres de la UE", tanto en salarios como en derechos laborales. Por eso, los independentistas catalanes también han pedido al PP que permita la tramitación de la iniciativa.
La portavoz del BNG, Olaia Fernández Davila, ha situado su voto a favor de la tramitación en línea con el rechazo de su grupo a las reformas laborales tanto del PSOE como del PP y ha subrayado que "la flexibilidad del mercado laboral ya era suficiente" en 2010 como para que no hicieran falta cambios.
CIU se abstendrá
El portavoz de Empleo de CiU, Carles Campuzano, se ha congratulado de la oportunidad que ofrece la iniciativa para "mantener una nueva discusión sobre las condiciones del mercado de trabajo" pese a lo "absurdo" de hablar de una ley ya derogada. Sin embargo, no cree que la solución pase por recuperar un marco más típico del siglo pasado y ha aventurado que cuando el PSOE vuelva al gobierno "las cuestiones de fondo" sobre la normativa laboral "no se van a modificar".
Por ello, CiU –que se abstuvo en la reforma laboral de Zapatero pero apoyó la de Rajoy– no rechazará la tramitación de la iniciativa por "respeto" a las firmas ciudadanos, pero tampoco la apoyará, sino que optará por la abstención. En cualquier caso, ha instado al PP a evaluar los resultados de su reforma laboral cuando se cumpla un año de su implantación y que se abra a "corregir lo que haya que corregir".
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