Al finalizar la temporada un
futbolista profesional y su club firman un acuerdo en virtud del cual rompen
todo tipo de vínculo, y suscriben un recibo de finiquito. No obstante, el
club comunica verbalmente al futbolista que va a contar con él para la
siguiente temporada y este disputa varios partidos amistosos durante la
pretemporada, abonándole el club algunas cantidades de dinero. Posteriormente
el club le comunica, también verbalmente, su decisión de prescindir de sus
servicios para la nueva temporada, lo que determina la reclamación por
despido del futbolista.
Tanto el JS como el TSJ
consideran que no ha existido el despido contra el que se reclama sino, si
acaso, incumplimiento por el club de una promesa de concertar
un futuro contrato de trabajo, porque para ello es condición
indispensable que haya existido un contrato de trabajo que la empresa haya
querido extinguir. En este sentido, el hecho de jugar partidos con el club no
determina por sí solo que se trate de una prestación de servicios, y que
percibiera una cantidad de dinero tampoco lo supone porque lo percibido puede
no considerarse salario, pudiendo corresponder, a conceptos devengadas en la
temporada anterior, como, por ejemplo., primas que dependen de resultados que
no se conocen sino hasta final de temporada.
STSJ Extremadura de 11 octubre de 2018. EDJ 2018/636819
Desde Espacio Asesoría no disponemos de un servicio gratuito de asesoramiento, por lo que su comentario solo podrá ser respondido por otros lectores.
Si necesita una respuesta profesional, le recomendamos realice su pregunta desde el siguiente enlace, desde donde podrá establecer un contacto privado con un abogado.
Tu comentario ha sido enviado para ser revisado antes de ser publicado.