Según sus cálculos, habrá dos Plenos en el Congreso en julio y al menos uno en el Senado, y en agosto se habilitarán comisiones para adelantar trabajo y rematar en septiembre.

La Cámara Baja tiene programados hasta el verano un total de seis sesiones plenarias (uno en abril, dos en mayo y otras tres en junio), y el Gobierno aún tiene pendiente de tramitación varios proyectos que quiere que entren en vigor antes de terminar la legislatura.

En Moncloa asumen que las Cortes sólo podrán completar la tramitación de aquellos textos que salgan este mes del Consejo de Ministros. Y, además, el Congreso aún tiene en tramitación más de una decena de leyes entre las que destacan las reformas de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, de la Ley Orgánica del Poder Judicial, del Registro Civil, la ley de segunda oportunidad, la que reordena el Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, la Ley de Montes o la de Protección Civil.

Y en el mes de julio también corresponde votar el techo de gasto para 2016, lo que considera el prólogo de los Presupuestos Generales del año siguiente.

Todo ello implica que habrá que habilitar sesiones extraordinarias para el Pleno y algunas comisiones en el mes de julio, que se calcula que será un mes de actividad cuasi ordinaria pese a que la Constitución le sitúa fuera de los dos periodos de sesiones de cada año.

En concreto, y según ha explicado este lunes el secretario de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el Gobierno baraja pedir dos sesiones plenarias del Congreso en julio, en una de las cuales llevará a votación el ‘techo de gasto’, y al menos una en el Senado.

En agosto, más que celebrar sesiones plenarias se piensa en convocar algunas ponencias y comisiones para avanzar trabajo y aprobar las leyes que puedan con competencia legislativa plena. Lo que reste ya se aprobará en los Plenos del Congreso y del Senado de las primeras semanas de septiembre.