El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF-CGCEE), órgano especializado del Consejo General de Colegios de Economistas, junto con el Colegio de Economistas de Cataluña, han presentado un estudio que analiza el desarrollo de la capacidad normativa que tienen las Comunidades autónomas respecto determinados impuestos como el IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
En este trabajo que analiza y compara la fiscalidad entre las comunidades autónomas se constata que Cataluña, junto con Andalucía y Asturias son las Comunidades que tienen un tipo más elevados del IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, ITP y AJD.
Ante esta situación la Comisión de Asesores Fiscales del Colegio de Economistas de Cataluña, considera que esta elevada fiscalidad "resta atractivo a que los profesionales y las empresas extranjeras se instalen en Cataluña y no incentiva la permanencia empresas y profesionales en el territorio "
El comité permanente de la Comisión de Economistas Asesores Fiscales, integrado por profesionales de los despachos más representativos de Cataluña en materia fiscal, ha detectado una tendencia creciente al cambio de residencia de las empresas que buscan una fiscalidad más favorable tanto para las compañías como para a sus directivos.
Precisamente la Comisión de Asesores Fiscales está estudiando cuál es el impacto económico que se produce como consecuencia de las deslocalizaciones.
Ante este panorama la Comisión de Asesores Fiscales recomienda que se evite la competencia fiscal entre las comunidades autónomas, en especial cuando los procesos de nivelación económico interterritorial provoca disparidades en los recursos públicos per cápita entre comunidades receptoras y aportadoras netas de recursos. También consideran que hay que mantener los beneficios fiscales del Impuesto de Sucesiones por los ascendientes, descendientes y cónyuges y recomiendan finalmente que se reduzca el tipo de gravamen marginal del IRPF.
Conclusiones generales del estudio "El Panorama de la fiscalidad autonómica 2013"
– Las CCAA han utilizado mucho su capacidad normativa para regular los tributos cedidos. Ahora bien, esta afirmación se puede matizar diciendo que se han ocupado menos del Impuesto sobre el Patrimonio, quizás porque ha estado "en suspenso" de 2008 a 2010, y que en 2013 ya existen Comunidades que derogan ciertas normas establecidas en años anteriores.
– En todos estos tributos, los beneficios fiscales, que son muy numerosos, tienen una aplicación muy restrictiva en cuando a los contribuyentes a los que afecta, por circunscribirse solo a determinados colectivos, con múltiples requisitos y con limitaciones de renta.
– Por lo anterior, los beneficios fiscales tienen un impacto recaudatorio muy limitado, si exceptuamos las bonificaciones o deducciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en los territorios donde se aplican.
– La técnica legislativa empleada puede conducir a cierta inseguridad jurídica. En primer lugar, se legisla mucho, en segundo lugar, se modifica a menudo la normativa, en tercer lugar, hay Comunidades que no elaboran textos refundidos y, por último, para los contribuyentes es muy difícil conocer todas estas normas.
– Es una normativa con altos costes de control, al establecerse en muchas ocasiones requisitos a futuro y durante muchos ejercicios.
– Por la crisis económica se genera una tendencia generalizada a subir tipos. Esta tendencia se consolida en el IRPF y en el ITP y AJD, se apunta en el IP, tributo en el que también van desapareciendo las bonificaciones generalizadas, y en ISD, en el que algunas autonomías suprimen, ya para 2013, la tributación simbólica de familiares cercanos.
– El margen de incremento de tipos impositivos en el IRPF está prácticamente agotado por la aplicación (en principio en 2012 y 2013) de la tarifa complementaria estatal y por la subida de la tarifa autonómica en muchos territorios, quedando nuestro marginal máximo entre los más elevados del mundo.
– Tampoco el resto de figuras impositivas de nuestro sistema tributario tienen muchas posibilidades de incrementar su recaudación por la vía de la subida de tipos. Solo el IVA tenía cierto recorrido al alza, pero la subida de 2012 los ha dejado en línea con nuestros socios de la UE. El Impuesto sobre Sociedades, al margen de la financiación autonómica, sí parece que pudiera mejorar su recaudación en una reforma profunda, dejando al lado las modificaciones coyunturales que en él se han producido.
– La recaudación que aportan los impuestos propios, de media, a las Comunidades Autónomas, es solo el 1,8% de los ingresos tributarios. Por ello, en muchos casos, los costes de gestión superan la recaudación que de ellos se obtiene. Sin embargo, no dejan de crearse nuevos impuestos y de modificarse los ya establecidos.
– Como bastantes de los impuestos propios que implantan las Autonomías se parecen y tratan de gravar el mismo hecho imponible, pero se articulan de manera muy diferente, se produce un cierto caos normativo en este campo. Una solución podría ser que el Estado estableciese determinados impuestos medioambientales y los cediese a las Autonomías, teniendo éstas capacidad normativa sobre determinados elementos de los mismos.
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