En concreto, por término medio, no deflactar la tarifa del IRPF va a suponer que cada contribuyente aporte 97,53 euros más en el impuesto que pague este año, importe que se eleva a 222,33 euros para los declarantes con rentas de entre 30.000 y 60.000 euros. Sin embargo, para los contribuyentes con ingresos entre 21.000 y 30.000 euros el impacto será de 114,75 euros, cifra que se reduce hasta los 52,15 euros para las rentas de entre 12.000 y 21.000 euros.
Los declarantes con ingresos de entre 6.000 y 12.000 euros serán los que menos impacto sufrirán y tendrán que pagar sólo 13,33 euros más, mientras que en el otro extremo de la escala, las rentas de entre 60.000 y 150.000 euros pagarán 572,92 euros más.
En conjunto, la no deflactación de la tarifa del IRPF en 2013 permitirá que Hacienda recaude 1.795 millones de euros adicionales. A estos ingresos, hay que añadir el impacto de otros 5.261 millones de euros por no haber deflactado las tarifas ni los mínimos personales y familiares en los IRPF de 2010 a 2012,, mientras el IPC de 2010 cerró en el 3% y el de 2011, en el 2,4%.
A la vista de estos datos, Gestha indica que los contribuyentes del IRPF están pagando más por el IRPF cada año que pasa simplemente por el efecto de la inflación, a lo que hay que sumar el recargo complementario que aprobó el Gobierno para los años 2012 y 2013.
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