El recurrente cuestiona el juicio
de ponderación del tribunal sentenciador respecto de los derechos fundamentales
en conflicto, sin que la libertad de información opere en este caso al faltar
el requisito de la veracidad.
La Sala señala que la prevalencia
de la libertad de expresión, en relación con el derecho al honor, exige, además
del interés general de la cuestión, que no se usen expresiones inequívocamente injuriosas
o vejatorias, pues no ampara un pretendido derecho al insulto.
No obstante, el criterio decisivo
para enjuiciar determinadas expresiones peyorativas no es si «estas eran o no
necesarias para manifestar una opinión crítica, porque al ser infinitas las
formas de expresión no puede ser competencia de los tribunales el establecer,
en abstracto o con carácter general, cuáles son las palabras permitidas y
cuáles las prohibidas.
La opinión se expresa libremente
y, desde este presupuesto, los tribunales juzgan si la libertad de opinión se
ha ejercido de un modo constitucionalmente legítimo o, por el contrario, no ha
sido así por haberse vulnerado otro derecho fundamental, en este caso el
derecho al honor».
La realización de comunicaciones
públicas de las que resulte un descrédito para el afectado, en un contexto
ajeno al ámbito de interés público, e innecesarias para transmitir el mensaje
relacionado con estas cuestiones de interés público, no cumple la función
constitucionalmente otorgada a la libertad de expresión, por lo que no puede
justificar la prevalencia de esta libertad sobre el derecho al honor.
En el presente caso, la alusión
al desconocimiento «de su ADN completo» no puede entenderse limitada, como
considera la sentencia recurrida, «a cuestionar la genética de esta o cualquier
persona», pues tan evidente era su carga ofensiva como la persona contra la que
se dirigía. Y la interpretación por el tribunal sentenciador de la palabra
«perro» aplicable al demandante, tachado luego de «arrastrado» en el mismo
artículo, como nada «distinto a la predicada fidelidad de este animal» no se
corresponde con el evidente tono vejatorio general del artículo en el
que se incluyeron estas expresiones.
Desde Espacio Asesoría no disponemos de un servicio gratuito de asesoramiento, por lo que su comentario solo podrá ser respondido por otros lectores.
Si necesita una respuesta profesional, le recomendamos realice su pregunta desde el siguiente enlace, desde donde podrá establecer un contacto privado con un abogado.
Tu comentario ha sido enviado para ser revisado antes de ser publicado.