El grupo popular pretendía así resituar el tributo en el punto anterior a la última subida llevada a cabo por el anterior gobierno tripartito, y que incrementó en 0,2 puntos el gravamen –del 1% al 1,2%–.

El diputado del PP José Antonio Coto ha lamentado que el impuesto "asfixia y dificulta" la capacidad de muchas familias para acceder a una vivienda, y ha criticado que el Govern de CiU mantenga la política fiscal del tripartito e incluso plantee el aumento de algunas tasas.

Por ello, ha reclamado a CiU que no incumpla sus compromisos electorales y, además de aplicar recortes, trate de incentivar el crecimiento económico: "Si no, Mas puede pasar de ser el José Luis Rodríguez Zapatero catalán, al Giorgos Papandreu Español".

Antoni Fernández Teixidó (CiU) se ha escudado en la "terrible situación financiera" que atraviesa Catalunya para rechazar la propuesta del PP, que, según datos de Economía, mermaría en 57,6 millones de euros los ingresos de la Generalitat.

Como suele suceder cuando se debate la política fiscal de Catalunya, y hurgando en el argumento de que el Govern no puede renunciar ahora a los ingresos, los partidos de izquierdas han reprochado a CiU que no se sirviese del mismo motivo para frenar la supresión del impuesto de Sucesiones.