El Reglamento del Congreso se modificó antes del paréntesis estival para dar solución a una situación que ha generado situaciones muy incómodas como la comparecencia obligatoria en el Pleno de diputadas que acababan de dar a luz o de parlamentarios gravemente enfermos que han acudido a la Cámara para participar en votaciones que se preveían ajustadas.
La modificación reglamentaria se acordó por unanimidad y, tras su aprobación se quedó en que la Mesa del Congreso diseñaría un sistema para que, antes de la votación, el diputado que quiera votar a distancia, verifique personalmente su intención al órgano de gobierno de la Cámara, que deberá autorizarle expresamente. Además, los interesados deben especificar las votaciones y el periodo de tiempo durante el que recurrirán a esta fórmula.
SÓLO QUEDAN DOS PLENOS
La Mesa del Congreso trabajaba con la previsión de aprobar ese sistema a la vuelta del verano, pero el adelanto de las elecciones generales le ha hecho cambiar los planes.
Dado que el Congreso sólo celebrará dos sesiones plenarias antes de su disolución, el día 26 de septiembre, el órgano de gobierno de la Cámara ha optado por que sea la Mesa del Congreso de la próxima legislatura la que concrete la utilización del voto telemático.
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