No obstante, la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez advierte en su último boletín económico de que, en el horizonte "más inmediato" y debido a la "fuerte debilidad" de la actividad, se podría producir todavía "alguna reducción adicional del nivel de empleo" si no se aprovechan "con intensidad" las medidas de flexibilidad interna contenidas en la reforma laboral para adaptar las condiciones laborales a las necesidades específicas de cada empresa.

En todo caso, el Banco de España ve "deseable" que la reforma laboral se complete con medidas "más ambiciosas" en materia de políticas activas, incluyendo una "exhaustiva evaluación" de los programas en vigor, una mayor vinculación con las políticas pasivas, y "actuaciones alternativas a los incentivos a la contratación aprobados", pues la efectividad de las bonificaciones sobre la creación de empleo se ha demostrado "muy reducida".

Para el instituto emisor español, la reforma laboral del Gobierno incluye, en su conjunto, modificaciones de "amplio alcance" que mejoran aspectos clave del funcionamiento del mercado laboral en España.

Así, subraya que los cambios introducidos por esta norma "deberán facilitar el ajuste de las condiciones laborales de los trabajadores a la situación económica de cada empresa, favoreciendo una reasignación más eficiente de los recursos y con un ajuste "más equilibrado" entre salarios y empleo, lo contrario de lo que sucedió al principio de la crisis, según apunta.

Asimismo, el Banco de España asegura que los cambios operados en los procedimientos del despido "facilitan la consideración de las causas objetivas y alinean la protección de los trabajadores indefinidos (su indemnización por despido) a estándares observados en otros países europeos".

En su análisis sobre la reforma laboral, el organismo que dirige Fernández Ordóñez repasa algunas de las medidas más relevantes contenidas en la misma, como el nuevo contrato indefinido de apoyo a los emprendedores, la rebaja de la indemnización por despido improcedente a 33 días por año, la supresión de la autorización administrativa en los despidos colectivos, la limitación de la ‘ultraactividad’ de los convenios a un máximo de dos años, la primacía del convenio de empresa sobre los de ámbito superior, y los procedimientos de descuelgue de los convenios colectivos.

En este sentido, el Banco de España sostiene que los cambios en descuelgues y la prioridad de los convenios de empresa deberían, en principio, producir un aumento de la cobertura de la negociación colectiva en el ámbito de la empresa, que contribuiría, a su juicio, a reducir la tasa de paro.

NEGOCIACIÓN COLECTIVA DE EMPRESA IGUAL A MENOS PARO.

Relacionado con este tema, la entidad incluye en su boletín un artículo específico sobre el grado de relación entre la descentralización de la negociación colectiva y la tasa de desempleo.

Su conclusión es que la negociación colectiva empresarial produce una menor destrucción de empleo que la negociación en el ámbito superior y, por tanto, genera una menor tasa de paro por las facilidades de las empresas para adaptar los salarios a sus niveles de productividad. En concreto, el Banco de España calcula que este modelo de negociación reduciría la tasa de paro en unos cuatro puntos porcentuales a largo plazo.

En segundo lugar, concluye que, en un marco de negociación colectiva sectorial que permitiera el descuelgue salarial mediante un acuerdo mutuo entre empresas y trabajadores, la tasa de paro sería similar a la que se obtendría bajo un régimen en el que cada empresa tuviera su propio convenio.