Lo ha confirmado el portavoz del Govern, Francesc Homs, en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, recordando que precisamente, la aprobación de una ley de estas características era uno de los acuerdos que cerró el Ejecutivo catalán con el PP para lograr su apoyo en los Presupuestos de 2011.

Homs ha expresado el rechazo del Govern a la reforma constitucional alegando que debe ser el Parlament quien decida los límites presupuestarios de la Generalitat, y ha asegurado que, con la nueva modificación en marcha, Catalunya no habría podido hacer por sí misma los recortes y medidas de ahorro puestas en marcha por Artur Mas tras ser investido.

El portavoz apenas ha dado detalles sobre cómo será esta ley catalana, aunque ha concretado que se aprobaría antes de que entre en vigor la ley orgánica estatal que desarrollará el acuerdo entre PP y PSOE sobre el déficit.

Sí ha admitido que la futura ley catalana de estabilidad presupuestaria no podrá contradecir a la Constitución, ya que, si ello ocurriera, sería recurrida ante el Tribunal Constitucional (TC).

También ha dicho que, pese a la reforma constitucional, el Govern va a mantener las previsiones de déficit de cara a los próximos años.

De hecho, el Govern no ha cumplido este año con el máximo de déficit que le fijaba el Estado —será del 2,66% y no del 1,3% como le exigía–, en 2012 prevé que sea del 1,3%, en 2013 del 1,1%, y en 2014 del 1%; y para cumplir estas cifras deben mantenerse la austeridad y los recortes del presente ejercicio.

La confirmación de esta ley llega después de que el Govern haya oficializado su rechazo a la reforma y de que los 10 diputados de CiU en el Congreso no hayan participado en la votación de la reforma.