El Reglamento (UE) 2024/1689, publicado recientemente, clasifica los sistemas de inteligencia artificial (IA) en función de su nivel de riesgo y establece un marco normativo diferenciado para cada categoría, así como un sistema de administración pública de la IA que incluye organismos de control y mecanismos sancionadores.

El reglamento tiene como objetivo armonizar las normas sobre IA en la Unión Europea (UE), garantizando un alto nivel de protección de la salud, la seguridad y los derechos fundamentales, así como protección contra los efectos perjudiciales de los sistemas de IA. Es importante destacar que el reglamento permite normativas europeas o nacionales más beneficiosas en cuanto a la protección de los derechos de los trabajadores frente al uso de sistemas de IA por parte de los empleadores.

El ámbito de aplicación del Reglamento IA es amplio, abarcando a proveedores de sistemas de IA que operen dentro de la UE, representantes autorizados, responsables del despliegue de sistemas de IA en la UE, importadores, distribuidores, fabricantes de productos que incluyan sistemas de IA, y personas afectadas ubicadas en la UE.

El reglamento clasifica los sistemas de IA en varias categorías, incluyendo sistemas prohibidos, de alto riesgo, de uso general con riesgo sistémico y de uso general, y establece un marco regulatorio diferenciado para cada uno. Entre las prácticas prohibidas de IA con relevancia laboral, se identifican aquellas destinadas a inferir emociones en el lugar de trabajo y la categorización biométrica que clasifique a las personas físicas en función de datos sensibles. Estas prohibiciones entrarán en vigor a partir del 2 de febrero de 2025.

Los sistemas de alto riesgo incluyen aquellos que realizan elaboración de perfiles de personas físicas y ciertos sistemas específicos que tienen relevancia en el empleo y la gestión de trabajadores. Estos sistemas deben cumplir con requisitos específicos a partir del 1 de agosto de 2024, como la gestión del riesgo, la gobernanza de datos, la documentación técnica, el registro, la transparencia, la supervisión humana y la precisión, solidez y ciberseguridad. Además, los empleadores deben informar a los trabajadores y sus representantes antes de poner en servicio o utilizar un sistema de IA de alto riesgo en el lugar de trabajo.

Los sistemas de alto riesgo deben registrarse en una base de datos europea accesible al público. A partir del 2 de agosto de 2025, los Estados miembros deberán contar con un régimen de sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias para las infracciones del reglamento. Las sanciones pueden llegar hasta 35 millones de euros o el 7% del volumen de negocios mundial total de una empresa, si esta cantidad es mayor.

El reglamento también contempla sanciones por el incumplimiento de las obligaciones de los proveedores, representantes autorizados, importadores, distribuidores, responsables del despliegue, organismos notificados y en materia de transparencia. Estas multas pueden alcanzar hasta 15 millones de euros o el 3% del volumen de negocios mundial total de una empresa.

La Comisión Europea tendrá la capacidad de sancionar a los proveedores de modelos de IA de uso general a partir del 1 de agosto de 2024, con multas que pueden ascender hasta el 3% del volumen de negocios mundial total anual de la empresa o hasta 15 millones de euros, si esta cifra es superior.

Este reglamento representa un paso significativo hacia la regulación de la IA en la UE, con un enfoque en la protección de los derechos de los trabajadores y la implementación de un marco jurídico que promueva la innovación responsable y segura en el ámbito de la inteligencia artificial.

REGLAMENTO (UE) 2024/1689 DE 13 JUNIO DE 2024. EDL 2024/13152