La ahora recurrente ejercitó acción al amparo de los arts. 7, 9, 12 y 17 LPH con fundamento en que la demandada, comunera de la Comunidad de Propietarios a la que también pertenece el piso propiedad de la actora, habría realizado obras que vulneran la estructura y aspecto exterior de la finca sin previa autorización unánime de la comunidad.

Estimada la demanda en la instancia, la sentencia de apelación negó la legitimación a la demandante, al entender que no actuaba en beneficio de la Comunidad, y que no había ni para ella ni para la comunidad, perjuicio alguno con ocasión de las obras ejecutadas.

El TS considera vulnerada la jurisprudencia que interpreta y complementa la legitimación de un comunero para actuar en beneficio de la comunidad, pues es consolidada la que declara que cualquiera de los comuneros puede comparecer en juicio y ejercitar acciones que competan a la comunidad, siempre que actúe en beneficio de la misma.

Cualquier propietario está legitimado para ejercitar acciones, no tan solo de aquella parte del espacio comprensivo de su piso o local sobre los que ostenta un derecho singular y exclusivo, sino también en defensa del interés que le corresponde sobre los elementos comunes, sin que se de falta de legitimación cuando, aunque no se haya hecho constar en la demanda de una manera expresa que se actúa en nombre de la comunidad y en interés de la misma, se plantea una pretensión que, de prosperar, ha de redundar en provecho de la comunidad.

Por tanto, de acuerdo con el art. 13.3 de la LPH y art. 396 CC, cabe reconocer legitimación a la demandante para actuar en beneficio de la comunidad.

STS (CIVIL) DE 22 DICIEMBRE DE 2021. EDJ 2021/806542