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El encausado, actuando con manifiesto menosprecio al Gobierno de España, ha incumplido a sabiendas y sin causa justificada alguna la prohibición de libre circulación de personas por las vías pública, fijada en el RD 463/2020, por el que se declaró el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.

Con su conducta, pudo generar un riesgo para terceras personas al transitar por la vía pública, además de obligar a actuar en diversas ocasiones a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por lo que ya había sido sancionado administrativamente por infracción de las normas de confinamiento domiciliario. En estas ocasiones, alegó causas injustificadas como dar un paseo consumiendo bebidas alcohólicas y profirió insultos a otras personas, siendo nuevamente advertido de su obligación de volver a su domicilio bajo el apercibimiento de nuevas sanciones.

Pese a las advertencias y denuncias que anteriormente se le había hecho, siendo perfectamente conocedor de la obligación que, como todo ciudadano en España tenía de permanecer confinado en su domicilio o lugar de residencia, con la única intención de quebrantar las órdenes impartidas por el Gobierno de la Nación y con posible riesgo para terceros, haciendo uso de los mismos motivos que los ya descritos, deambuló por itinerario desconocido hasta que fue interceptado por agentes de la Policía Nacional.

Ante la negativa del encausado ante los agentes a abandonar el lugar tras decirles que no iban a regresar al domicilio, y su actitud deliberadamente rebelde y obstativa al cumplimiento de la prohibición ordenada, los funcionarios policiales procedieron a su detención.

​S Juzgado de Instrucción Santa Cruz de Tenerife núm 4, de 2 abril de 2020. EDJ 2020/523662

Fuente: ADN Jurídico