El causante, quien había privado a su hija de heredar debido a su continua falta de relación familiar (según el art. 451-17.2 CC), designó a sus cinco hermanos como herederos, y además declaró que legaba la legítima correspondiente a aquellos que tuvieran derecho a ella.

A raíz de esto, su nieto, representado por su padre debido a su minoría de edad, presentó una demanda contra los herederos para reclamar la legítima que le correspondía por representación de su madre desheredada.

La demanda fue completamente aceptada, pero uno de los coherederos decidió apelar, argumentando que la desheredación también se aplicaría al nieto.

La apelación fue rechazada al no tener ningún fundamento legal. Según lo mencionado por el tribunal, el objetivo de la demanda presentada por el nieto no era impugnar la desheredación de la hija del causante, sino reclamar la legítima que le correspondía en representación de su madre, ya que esto es un derecho establecido expresamente en el artículo 451-3.2 del Código Civil cuando especifica que los desheredados son representados por sus respectivos descendientes por estirpes.

Por lo tanto, si el desheredado tiene hijos, ellos no pierden el derecho a la legítima que le habría correspondido a su progenitor desheredado. No es posible desheredar al descendiente que tiene derecho a la legítima por representación, y mucho menos sin una causa justificada.

Además, la interpretación errónea y forzada del testamento propuesta por la parte apelante contradecía claramente su contenido literal, ya que el causante solo desheredó a su hija, pero no sin antes disponer que legaba la legítima «a cuantas personas tuvieren derecho a ello».

SAP BARCELONA DE 18 SEPTIEMBRE DE 2023. EDJ 2023/714004