Según los datos publicados recientemente por el Banco de España, el saldo de préstamos de entidades de crédito residentes en España a las empresas no financieras y autónomos se situó en febrero de 2014 en 636.138 millones de euros mientras un año antes, en febrero de 2013, fue de 715.050 millones de euros, lo que supone 78.912 millones de euros menos en préstamos a autónomos y empresas en sólo un año.

Ello, según el Banco de España, significa una caída en tasa interanual del 9,5%, la mayor en el mes de febrero de todo el período de crisis, incluso superior al negativo dato de febrero del año pasado cuando cayó la financiación un 8,2%.

En relación al mes anterior, enero 2014, los préstamos cayeron en 7.156 millones de euros y si la comparación es con el último mes del año anterior, diciembre 2013, la caída es de 10.783 millones de euros.

Para María José Landaburu, secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), "la financiación de las entidades financieras residentes en España a empresas y autónomos continúa su caída y además lo hace con mayor intensidad, ya que la caída de la tasa interanual medida por el Banco de España ha sido del 9,5% en febrero de 2014 mientras en el mismo mes de 2013 la caída de la tasa interanual fue del 8,2%, que era hasta ahora la mayor caída en febrero de todo el período de crisis".

Según Landaburu de Uatae, "es difícil imaginar, si no hay una mejora del crédito a las empresas y a los autónomos, una salida cercana de la crisis económica que nos afecta desde hace ya seis años". Landaburu considera que "si el crédito cada vez es menor y más caro para autónomos y pymes y el consumo interno continúa en tasas negativas, las posibilidades de recuperación de nuestra economía para crear empleo son prácticamente nulas. El Gobierno de España debería reflexionar sobre esta situación que afecta de manera especial a los autónomos y microempresas, que en general no pueden acudir a sistemas de financiación alternativos a las entidades financieras en España".

Según Landaburu, "visto lo visto la única esperanza que nos queda es que de verdad el BCE establezca estímulos ante el riesgo de deflación que apuntan los últimos datos de precios".