Al igual que ha ocurrido durante la entrada a trámite de los presupuestos de la Generalitat, la oposición de izquierdas ha coincidido en cargar contra el giro "neoliberal" que consagra la ley de acompañamiento.

Los tres partidos de izquierda, antiguos socios del tripartito, han coincidido en cargar contra la supresión casi total del impuesto de Sucesiones, que hasta ahora tributaban el 6% de catalanes más ricos.

Jaume Collboni (PSC) ha indicado que la ley de acompañamiento desaprovecha la oportunidad de avanzar en el federalismo fiscal, mientras que Sergi de los Ríos (ERC) ha indicado que con este texto y estos presupuestos el Govern "rompe la equidad", destruye el modelo social catalán y perjudicada a los más pobres.

La portavoz de ICV, Laia Ortiz, ha acusado al Govern de tener una visión de Catalunya "desigual, injusta y antigua", de creerse propietarios del Parlament y de venderse el patrimonio social y público de Catalunya, además de cargar también contra la ley ómnibus.

Además de reprochar que modifiquen la renta mínima "por la puerta de atrás" y eliminen la Ley de Barrios, ha criticado que se resignen a conseguir más recursos con una nueva fiscalidad ambiental, un gravamen sobre protección civil, la introducción de un impuesto sobre las transacciones bancarias.

También ha lamentado que supriman Sucesiones, en el mismo sentido que el diputado de ERC en el Parlament Sergi de los Ríos, que ha recordado que apostaban por una moratoria de su supresión, así como por salvar la 6a hora de todos los centros públicos, mantener las ayudas a las familias de renta baja o media y mantener el presupuesto en atención primaria.

Las críticas también han llegado de la mano del diputado de C’s Jordi Cañas sobre los principios redistributivos de la política fiscal que se quiere implantar, y también desde el diputado de SI Uriel Betran, quien ha reiterado los beneficios que conllevaría poder gestionar todos los impuestos y asumir mayores competencias en el ámbito empresarial y otros.