La secretaria general de UPTA-Madrid, María José Landaburu, demandó hoy en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, en El Escorial, un mayor esfuerzo de coordinación entre las administraciones públicas, para conseguir una mayor efectividad de las medidas para fomentar el autoempleo y los trabajadores autónomos.

Landaburu explicó que es necesario mejorar la coordinación tanto entre los distintos ministerios como entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Recalcó que los mayores problemas a los que se enfrenta ahora el colectivo son la morosidad y la escasez de créditos.

Para mejorar la financiación de los trabajadores autónomos, reclamó agilizar las ayudas al autoempleo y reducir la fiscalidad de los créditos que la banca destina a este colectivo, así como simplificar y acortar los procesos judiciales por impago. Insistió en que es imprescindible acortar los periodos de pago de las administraciones públicas.

La secretaria general de UPTA-Madrid destacó que desde 2007 se ha reducido en un 15% el número de autónomos afiliados a la Seguridad Social a nivel nacional, tendencia similar a la que ha seguido este colectivo en la Comunidad de Madrid, si bien con porcentajes algo inferiores.

Sin embargo, en España hay casi tres millones de trabajadores autónomos que cada vez tienen más peso en la economía, lo que se acentuará en el futuro, pero al tratarse de un colectivo especialmente vulnerable necesita el apoyo de las administraciones públicas.

Recordó que la contratación de trabajadores por parte de autónomos es una de las principales fuentes de empleo, por lo que demandó ayudas directas sin restricciones para estas contrataciones. Actualmente estos incentivos se destinan a contrataciones de empleados de ciertos grupos de edad, limitación que debe desaparecer a juicio de UPTA-Madrid.

Landaburu pidió bonificaciones del 50% para las cotizaciones al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos durante los dos primeros años de actividad; la equiparación de las cotizaciones y prestaciones entre el RETA y el Régimen General, mediante un sistema de tramos que eleve las bases mínimas; y la exención parcial de impuestos por rentas obtenidas por autónomos que prolonguen su vida laboral después de los 65 años.

En materia de IRPF demandó deducciones por la contratación de trabajadores, por la adquisición de elementos para el desarrollo de su actividad y por el alquiler de locales. En cuanto al IVA, la secretaria general de UPTA-Madrid indicó que sólo debería ingresarse las cantidades repercutidas a clientes una vez que dichas cuotas hayan sido efectivamente cobradas.

Por último, pidió la modificación de la regulación de los autónomos económicamente dependientes, de forma que se reconozca automáticamente su condición y se beneficien de los derechos que les reconoce la normativa.