El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha pronunciado la conferencia inaugural del seminario "La reforma del sistema de pensiones en España", en el marco de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que hasta el próximo viernes acogerá las intervenciones de expertos nacionales e internacionales.

El responsable de Trabajo ha defendido el estado de bienestar como "la solución institucional válida para atender los riesgos sociales" aunque es necesario hacer frente a los nuevos desafíos de los cuales –añadió- el envejecimiento de la población es el más importante". Por ello, sostiene que la reforma aprobada por el Gobierno "inspirada en las recomendaciones del Pacto de Toledo y acordada con los interlocutores sociales" es garantía de solidaridad intergeneracional "justa para las generaciones futuras" y de la sostenibilidad del sistema.

A lo largo de su intervención ha desgranado el contenido de la reforma aprobada en el Parlamento, destacando lo que de novedoso supone respecto a anteriores textos normativos. "Esta reforma tiene elementos fundamentales que no se contemplaban en anteriores reformas, el más importante, el factor de sostenibilidad", afirmó.

Se introduce en la reforma la necesidad de que periódicamente (cada cinco años) se evalúe la esperanza de vida y su impacto sobre el reequilibrio financiero. Valeriano Gómez ha definido el factor de sostenibilidad como "el principal elemento de compromiso de la sociedad con el mantenimiento del sistema de reparto en las pensiones".

FUTURO DEL ESTADO DE BIENESTAR

El ministro ha recordado que países como Suecia, Alemania, Finlandia, o en menor medida, Francia, lograron en 2010 tasas de crecimiento notables manteniendo el desempleo en niveles relativamente bajos. "La cohesión social de los países con estados de bienestar más avanzados se ha traducido en una mayor fortaleza para hacer frente a la crisis", subrayó.

Entre los beneficios de la protección social ante la crisis económica, Gómez se ha referido a la reducción en casi tres puntos de la tasa de pobreza relativa en España de los mayores de 65 años en el periodo 2008-2010.

A continuación explicó la necesidad de dar respuesta a los nuevos retos que ponen en peligro el equilibrio y la sostenibilidad del estado de bienestar y puso como ejemplo el impulso de la reforma del sistema público de pensiones "como respuesta al gran desafío que supone el envejecimiento de la población".

Según el titular de Trabajo e Inmigración, la reforma garantiza nuestro sistema de pensiones frente a un horizonte en 2049 en el que la población mayor de 64 años habrá duplicado su tamaño, habrá más de 15 millones de pensionistas, con el consiguiente incremento del gasto en pensiones que, sin reforma, hubiera supuesto el 15,4% del PIB.

La reforma supone mantener un grado razonable de generosidad en las pensiones del futuro, "serán más pensiones, durante más tiempo y de mayor cuantía que la actual", afirmó. Y para preservar este compromiso hay que repartir más equilibradamente los costes, de ahí la relevancia de que tenga un alto grado de legitimidad política y respaldo social.

En su intervención, Gómez ha hecho balance histórico de los derechos de los trabajadores y de la consolidación del estado de bienestar así como de su evolución y adaptación a las distintas épocas y circunstancias "ideológicas, sociales y económicas".

Más de un siglo después, socialdemócratas, democratacristianos, han gobernado con esquemas de pensiones similares a los de Alemania en el siglo XIX. "Hoy estos sistemas tienen un amplísimo respaldo social y ninguna fuerza política plantea su desaparición", y reiteró la necesidad de mantener un sistema sostenible para una sociedad que tendrá que afrontar retos de futuro. "".

"Protejamos este sistema. Ésta ha sido la idea que ha promovido la reforma, sostener el modelo y hacer frente a sus necesidades de futuro. Con ella, podemos pensar que dentro de 40 años en Europa seguiremos teniendo sistemas de pensiones capaces de afrontar riesgos impensables en el pasado", concluyó.